Reír y sonreír NO es lo mismo

El diccionario define el verbo reír, como el manifestar alegría, placer o felicidad mediante ciertos movimientos de la boca, los ojos y otras partes de la cara, acompañados de la emisión de una serie de sonidos explosivos e inarticulados.

Y que fácil que es reír… un chiste, una anécdota, un programa…  cualquier cosa es capaz de causar esa sensación tan común de reír.

Pero y, ¿sonreír?

Sonreír (según yo) es la expresión de los labios que sin sonido alguno,  demuestra de la forma más sincera, la felicidad más pura y real.

¡Que lindo es sonreír!

Un gesto tan único y espontáneo que es imposible de fingir, se puede fingir una risa, pero una sonrisa ¡jamás!

Existen risas nerviosas, fingidas, sarcásticas, maliciosas y malintencionadas, pero una sonrisa de verdad no se finge, porque es la expresión que ilumina el rostro, delata anhelos y evidencia secretos.

Una sonrisa expone, descubre, delata… 

Una sonrisa no cuesta nada, pero vale demasiado... 

Una sonrisa cuesta menos que la electricidad, pero es capaz de iluminar a cualquiera... 

Es por eso, que aprender a sonreír no es fácil y darle ese privilegio a cualquiera es prácticamente imposible, ¿por qué? porque demostrarle a la vida, lo bien que la pasamos, basta con una sonrisa…

Por eso reír y sonreír NO es lo mismo… porque cualquiera te hace reír pero muy pocos logran sacarte una sonrisa…

Se dice que a veces se gana y a veces se aprende. Yo le agregaría, que veces también se enseña, y enseñar a volver a sonreír,  no lo hace cualquiera…