julio 21, 2014

De erizos y dilemas: Mi (¿rara?) perspectiva del dilema del erizo

La parábola del erizo que el filósofo Arthur Schopenhauer planteó en su obra "Parerga und Paralipomena", habla precisamente del "dilema de los erizos", entre morir de frío o heridos por sus propias espinas al acercarse para darse calor.

Los seres humanos somos los perfectos erizos de Schopenhauer, ya que  en alguna etapa de la vida, nos encontramos en la encrucijada entre "morir de frío" o "morir por dolorosas espinas".

Pero, realmente ¿cómo elegir entre ambos destinos fatales? ¿Cómo escoger entre dos situaciones de las cuales se puede salir lastimado?¿Corazón o cabeza?

Dicen que el que no arriesga no gana, y a ciencia cierta arriesgar pareciera no ser de humanos, y ante encrucijadas donde se trata de perder y perder, el cerebro y el corazón emprenden una lucha para definir cuál es más fuerte... ¡demasiado complicado!

Y es que hablando de dilemas,  por ejemplo el Dilema del Tranvía, ¿salvar 1 o 5 vidas? Es casi lo mismo, donde todo parece ser una relación perder-perder, entonces, ¿cómo escoger?

Volviendo al "dilema de los erizos",  será que aparte de la gran cantidad de interrogantes que por si solo genera el dilema, ¿serán "verdaderas espinas" o muchas veces se malinterpreta su peligro y se elige siempre asumir lo peor de las espinas? ¡Pesimismo a la vista! 

Esta asunción de peligro,  podría ser la verdadera razón por la cual siempre se busca la distancia adecuada para no espinarse, con la cual igual podría dar frío, o bien en el caso de los seres humanos  impedir la "felicidad" más ¿completa?

Lo único cierto de todos los dilemas es que la vida está llena de ellos, difíciles y algunos hasta imposibles de resolver y para los cuales no vale ni la pena quebrarse la cabeza...

Lo realmente importante, al menos para el caso de los erizos  (desde mi opinión muy personal... Sin querer dar recomendaciones, ni consejos, ni nada en particular... ) lo ideal sería dejar de tener miedo a las espinas, después de todo siempre puede existir una distancia adecuada que sirva para no morir de frío ¿cierto? (¡Que dilema!).

2 comentarios:

  1. Así es ..la vida es un dilema que a veces ni vale la pena analizarlo; mejor disfrutar de los momentos lindos que le da a uno la vida, vivirlos intensamente cuando llegan los no tan lindos, igualmente vivirlos intensamente, aprendiendo de esos momentos que nos ayudan a reflexionar sobre lo que debemos cambiar, y después...dejarlos ir..,..tqm
    ;

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  2. Hola, vengo a conocer tu blog. Espero seguir pasando. Te invito a que visites el mío, quizá te guste algo de lo que hay allá.

    Saludos
    Jacob.

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Gracias por sus comentarios.