Ella...

Cuando se viene de un matriarcado, es muy complicado resaltar las aptitudes de una sola mujer. ¿Por qué? Porque si debo destacar las cualidades de todas las mujeres que me rodean sería prácticamente ¡imposible! 

Antes de hablar sobre "ella", debo reconocer que todas las mujeres a mi alrededor, mi familia y amigas, todas, absolutamente todas, somos locas si, pero únicas y llenas de cualidades, difíciles de enumerar en unas cuantas líneas. 

Sin embargo, escribir de "ella", aunque nunca se me a había ocurrido hacerlo, se me hace muy fácil, no sólo porque es una de mis personas favoritas, si no porque la conozco desde antes de nacer, y mi amor por "ella" es tan grande, que las palabras aquí escritas se van a quedar cortas. 

Podría ser injusta y decir que "ella" es dulce y encantadora, pero realmente es fuerte e inteligente, en ocasiones hasta difícil, pero sin lugar a dudas, "ella" es una mujer EXTRA-ordinaria. 

Hoy, no sólo me inspire en "ella" porque la quiero, si no porque realmente la admiro.  "Ella" es parte de mis pilares, ha llorado mis lágrimas, peleado mis batallas y compartido mis derrotas. "Ella" me apoya, me aconseja, me abraza cuando más lo necesito y sobre todo me cuida. 

Y no, "ella" no es mi mamá.... 

¿Quién es "ella"?  

La inteligente, la amargada, la trabajadora, la chichosa, la fuerte, la miedosa, la disciplinada, la orgullosa, la comprensiva, la terca, la amiga, la rebelde, la graciosa... Llena de defectos y virtudes, ella es "ella".

¿Su nombre? Eso no importa,  "ella" es mi hermana mayor... Y hoy, como nunca antes lo había hecho, quiero darle las  gracias, por enseñarme cosas nuevas, por guiarme, apoyarme y por ser el mejor ejemplo a seguir... ¡Te amo!